sábado, 17 de agosto de 2013

Aviso sobre "Novela"

Sofía al aparato.

Mediante esta pequeña entrada en este blog compartido con las que son para mi casi una familia quería comunicar que una de las novelas que escribo la dejaré de escribir aquí.  La escribiré en otro blog: Imaginación en Bancarrota por el hecho de que será más fácil tanto leerla como escribirla. Mi otra novela llamada Follow Your Dreams la podréis seguir leyendo en mi pedacito correspondiente de este blog que lees ahora.

Ya que estoy aquí solo quiero decir que jamás dejes de perseguir tus sueños.

sábado, 10 de agosto de 2013

Capítulo { 2 }

Capítulo II

"Sería lógico,  lo más lógico "


Un quedo suspiro sale de entre los finos labios de Marcos tras recordar las atrocidades que cometieron sus antepasados. En su opinión la sociedad en esos tiempos debió ser bastante asquerosa y todo eso los a llevado  a este punto, soldados-niño. Sumido en sus pensamientos,  como tantas veces, no se da cuenta de lo que su mejor amigo le comenta, solo sonríe y asiente, como tantas veces ha hecho.

- Creo que debería empezar a entrenar ya - eso es lo único que consigue escuchar del pequeño discurso de su amigo.

La cara de la muchacha se distorsiona al oír el final del discurso Aritz y se distorsiona aun más formando una mueca que vuelve bastante cómica su cara al ver al rubio asentir y sonreír. Ella no quiere entrenar y mucho menos participar en una guerra, no le haría daño ni a una mosca.

- Que vaya con los novatos, el quinto bloque. - dice rascándose la coronilla - Seguramente, la cama que sobra es la suya.

- Sería lógico, lo más lógico - susurra Aritz levantándose de la silla. - Vamos a tu nuevo hogar, novata.

Aritz y Marcos se despiden dándose otro amistoso abrazo, en cambio de la boca de la única chica presente no sale ni un débil "Hasta otra". Marcos y ella no han hecho buenas migas, el muchacho opina que ella es extraña y la adolescente piensa que el es un borde. Nada que no le haya pasado nunca a Marcos,  no es que Lena sea especial. La única persona con la que ha logrado abrirse por completo es su actual mejor amigo, su casi hermano. La sangre es lo único que no los une, pero miles de experiencias, pensamientos y su gran amistad si lo hacen.

Marcos mira desde la ventana de su diminuto despacho a los dos jóvenes muchachos alejarse mientras miles de pequeñas aventuras en las que Aritz participaba surcan su mente borrando todo pensamiento hostil de su cerebro. Solo llevan aquí dos, casi tres años y han montado grandes algarabías. Impresentables, eso bufaba siempre su sargento, bueno, su ex-sargento. Muerto en batalla. Es lo que tiene estar aquí.

Lena camina a paso ligero tras su guía, en la otra vez desértica calle,  que una vez mas no mira atrás. Aritz conoce de sobra el camino hacia el quinto bloque. El y Marcos vivían allí mientras entrenaban y aprendían disciplina. Hace ya tanto de eso... Ahora Marcos vive en el primer bloque, junto a el, solo que el Sargento y el Cabo Primero ya no cometen tantas locuras.

- Corre novata - mete prisa el joven sin mirar atrás -. A este paso todos habrán vuelto de entrenar y no podrás instalarte a gusto.

Tras ese comentario una Lena, llena de rabia, intenta ponerse al nivel de su acompañante en vano. Las zancadas de Aritz son mucho mas largas que las suyas, una vez más la chica maldice por lo bajo su corta estatura.

- ¿Podrías caminar más lento? -pregunta cohibida.

- ¿Podrías aligerar el paso? - pregunta el dándose la vuelta por primera vez.

Algo que parece odiar Lena con toda su alma es que respondan a una pregunta con otra puesto a que enrojece de rabia, gesto que hace sonreír a Aritz. Todo por fastidiar a un novato, ese es su lema. De hecho cuando el era novato, se burlaba de otros recién llegados.

- Debería explicarte como va esto - dice mientras se gira -. Se supone que Eneko, el otro Primer Cabo, te lo tendría que haber explicado junto a los demás novatos.

La muchacha tan solo sonríe y asiente, dando a entender que lo escucha.

- A las ocho de la mañana debes estar vestida, aseada y tu cama debe estar en orden para bajar a desayunar - comienza a decir gesticulando con las manos y sin dejar de caminar -. Luego entrenas y puedes deambular cual alma en pena hasta el toque de queda que se usa para descansar. Una vez finalizado...

- Espera - interrumpe Lena -. ¿Hace cuanto debería haber llegado?

- Hace dos días. ¿Me permites seguir? - pregunta molesto por la interrupción.

- Como gustes.

- Eres muy irritante - bufa el -. Una vez finalizado el toque de queda tienes que recibir unas cuantas charlas sobre la disciplina, vuelves a perder el tiempo, comienza otro toque de queda y a dormir se ha dicho. No es muy complicado - finaliza encogiéndose de hombros.

- ¿Cuando se come?

- Cuando digo deambular o perder el tiempo me refiero a comer, ya que la comida no es muy buena aquí. Guardan lo mejor para cuando los generales vienen de visita.

- No se podría llamar al Area 21 un dulce hogar.

- ¿Que te esperabas? - pregunta divertido -. Solo nos preparan para la guerra.

La pareja se detiene ante un bloque de triste y monótono color gris con un cinco pintado sobre una puerta de cristal con barrotes de hierro forjado, haciendo parecer al bloque una diminuta cárcel. El chico agarra con su mano derecha el pomo de la puerta, lo gira y abre la puerta  con gran esfuerzo creando un desagradable chirrido que hiela la sangre.

- Las damas primero - susurra cerca del oído de la joven.

Con la piel de gallina la novata entra al que será su nuevo hogar. Según se adentra el olor a humedad inunda su fina nariz provocando que la arrugue con repulsión.

- Vamos - la empuja el chaval dirigiéndola por unas escaleras que Lena no había visto.

Los pies descalzos y doloridos de Lena haciendo el ruido de una ventosa al pisar el duro y frío suelo de piedra es lo único que se oye en el lugar. Seguro que tendrá miles de heridas en ellos.

El aire en el quinto bloque es irrespirable. Pasan tres puertas, una en por cada piso,  pero aún no es suficiente. Tienen que subir hasta el cuarto piso y los doloridos pies de Lena no podrán aguantar más el peso de la chica. Las piernas de la joven comienzan  flaquear cuando terminan de subir las  escaleras. Comienzan a darle pinchazos en  la planta de los pies. Al principio soportables, pero cada vez mas fuertes. Y tan fuerte es el último que lo que ha sido un silencioso sufrimiento pasa a ser un único gemido de dolor.

- ¿Te encuentras bien, novata? - pregunta Aritz preocupado.

- Mis pies - logra articular Lena.

Los pies le palpitan, no le irían nada mal unos gruesos calcetines de lana o unas mullidas y blandas zapatillas. Pero lo más probable es que no se las vayan a dar.

- Tranquila, todos los novatos llegan igual. Inconvenientes de no llevar zapatos.

La chica asiente y detrás del joven entra a la que será su nueva habitación.  Tampoco está tan mal. Al menos el aire ahí es respirable.  No se esperaba que el cuarto pareciese tan confortable, en realidad cualquier cosa se lo parecería después de lo que ha pasado. El suelo sigue siendo de dura piedra, las paredes del monótono gris que al parecer adorna toda la pequeña ciudad. Tres literas pegadas a la pared que hay frente a la puerta.

Lena se dirige hacia las perfectamente hechas camas. Alarga la mano para tocar el fino, aunque cálido y suave material provocándole un escalofrío que recorre todo su cansado cuerpo.

- En el primer cajón de ahí debería estar tu ropa - afirma Aritz señalando a uno de los armarios de madera que tiene al lado.

- ¿Como lo sabes?

- Ventajas de ser Primer Cabo - dice tras guiñar un ojo.

- Entonces, sabrás cual es mi cama

- Te equivocas - niega con la cabeza -. Eso se me resiste.

- ¿Como sabias entonces lo del armario?

- Es el único que contiene el uniforme, en los demás solo está la ropa de dormir, no tiene mucha pérdida.

- Puedes marcharte.

Poniendo cara de ofendido sale de la habitación cerrando la puerta tras el. Lena suspira. Se dirige al armario que señaló anteriormente Aritz, ni si quiera se había dado cuenta de que se había movido. El sigilo con el que se mueve el Primer Cabo es impresionante. En el cajón hay un conjunto idéntico al que lleva y un pantalón largo y una camisa corta gris oscuro, la ropa que vio puesta a todos los que andaban por la calle.

Se pone los pantalones lentamente, son suaves contra la piel y la camisa térmica también de color grisáceo.  Se sienta en una cama elegida al azar y se encoje, se encoje apoyando la cabeza en sus huesudas rodillas. Con los dedos frota sus doloridos pies habriendo las pequeñar heridas que se ha hecho. Se mancha sus finos dedos de sangre. Y ahí se queda con los pies ensangrentados y con la mirada puesta en el vacío.  Tiene miedo, miedo a lo desconocido, a la guerra.







Siento mucho, de verdad esta mierda de capitulo. No se si sabéis que quien mucho abarca poco aprieta así que creo que los capítulos de esta novela la subiré con menos frecuencia puesto a que se necesira mucho más que ocho miseras horas para escribir un capítulo. Siento, en verdad, mucho las molestias.





lunes, 5 de agosto de 2013

2º Follow Your Dreams

Follow Your Dreams

2º Capitulo

Antes de que penséis nada quiero que sepáis que la que subió el capitulo si mi permiso fue Sara así que lincharla a ella, que sufra, si es posible. Continuo por donde lo dejé...



Me hace mucha gracia cuando actúa así. Es mu protectora, pero no creo que ne vaya a morir bajando asi las escaleras. Aunque, cualquiera sabe

Perdida, como siempre, en mis pensamiento cojo una Pink Lady. Esas manzanas me encantan, son tan dulces.

- Ariadna, querida - me saca mi madre de mis pensamientos -. Llegarás tarde a clase.

Simplemente la sonrío y con la mochila en el hombro salgo a la calle. El olor dulzón de las flores inunda mi nariz. Es un aspecto positivo de la primavera, el único que le encuentro.

Cojo el pequeño iPod azul celeste que tengo guardado en la mochila para casos extremos de aburrimiento, como este.

En la lista de reproducción busco una de las pocas canciones en español que tengo; Síndrome de Peter Pan, de Porta. La encuentro y le doy a Play. Los versos de ese canción entran en mis oídos y no puedo evitar rapear sus versos.

"El tiempo no perdona, el tiempo pasa. Las cosas cambian, por eso tengo el síndrome de Peter Pan. El tiempo pasa factura, parece que no espera. Hasta el más niño, madura aunque no quiera. Y debe ser verdad, porque ya nada es lo que era. Si sabes dar marcha atrás ven y cuéntame la manera." 


Ya no soy una niña y lo tengo que aceptar, el tiempo pasa para todos, no soy un caso especial. Querría volver a ser la misma niñita inocente que jugaba en aquel parque, en el cual su mayor deseo seria poder tirarme la primera por el rojizo tobogán. Pero aquí estoy.

Cuando la canción de Porta termina con una pequeña y practicamente invisible lagrima desciende por mi pomulo hasta llegar a mis rosados labios. Ahí es cuando unos de mis poemas empiezo a rapear.

"Querida juventud, mi ansiada libertad. La inconsciencia la mayor felicidad. Cuando no importaban los insultos de esta odiosa sociedad. Cuando solo importaba con tus amigos poder jugar."

Miles de recuerdos pasan ante mis ojos. Haciendo erizos de arcilla con mis compañeros, corriendo hacia la pared para decir "Por mi y todos mis compañeros" y sentirme una heroína, haciendo una guerra de nieve en el recreo para luego llegar con los dedos entumecidos a clase y no poder escribir. Ese último recuerdo me hace sonreír, sonreír con una sonrisa pura. Hace mucho que no sonreía así.
Y los versos siguen fluyendo.

"Temprano tuve que madurar, mi juventud me quedé si disfrutar. Quiero volver a crecer, una niñita sin preocupaciones volver a ser. No una adolescente que ha perdido las ganas de vivir, que ya no aguanta más así"

Y esa pura sonrisa desaparece. Nunca fui muy niña, pero tampoco es que madurar sea un par de arco iris y piruletas. Mi niñez terminó en aquel viaje en tren, en cual vi la muerte con mis propios ojos y nací otra vez.

Me enjuago las lagrimas, no quiero que nadie pregunte por ello, ya tengo suficiente con el examen de Matemáticas al que llego tres minutos tarde. Solo me queda rezar y suplir para que mi profesor esté de buen humor y me deje entrar en clase, pero ya se que rece los credos que rece no me dejará en paz.

Llego a la puerta, que ya está cerrada y la golpéo tres veces y tras un seco "Pase" abro la puerta.  Mi profesor me mira con un brillo malicioso en los ojos.

- La señorita Onaindia ya nos ha dado el gusto de aparecer -. Dice el hombre provocando algún que otro coro de risas y haciendo que toda la clase clase mire en mi dirección.- Que sepa que no va a hacer el examen, puede sentarse al fondo de la clase y leer algún libro.

Cuando el baja la mirada a su ordenador vislumbro varias miradas cómplices que agradezco. 

Me dirijo hacia el fondo de la clase donde está el que yo puedo denominar como mi mejor amigo.  Andres. Al menos no estaré sola.

- Gran entrada - susurra con tono de admiración.
- ¿También llegaste tarde?
- No traje folio - dijo divertido ondeando una hoja blanca que acaba de sacar de su mochila.

Suelto una ahogada carcajada, a los dos se nos dan pésimamente esta asignatura. Muy, pero que muy mal. Es un muchacho de lo mas gracioso. Aunque sufre bullyng su preciosa sonrisa no se la quita nada ni nadie.

- ¿Que vas a hacer con lo de María?
- Le tengo una cosa preparada para cuando termine el examen, atenta a su cara - sacó un hoja cuadriculada, arrancada de un cuaderno. - Leéla.

"Estabamos jugando a las cartas unos compañeros, María y yo. Me aburría y empecé a jugar mal. María se enfadó, fijate menuda razón para hacerlo. y me empezó a pegar. Le pedí que me comiese amablemente, no lo duden, mi miembro viril. Ella me respondió literalmente "No me meto en la boca cosas pequeñas", he de aclarar que de pequeña nada,  y me pegó. Todo muy normal. Una cosa llego a la otra. Llamó gorda a mi madre, y eso no lo puedo consentir, así que con mi mano derecha le tape la cara y la echa un poquito para atrás, y la chiquilla que es muy torpe se dio con la pared y a sus diecisiete años se puso a llorar"

Entre rusas leí su carta, es muy gracioso. Solo imaginarme a la directora leyéndola... 





Tuenti

Esperate, que esto me hace mucha gracia JJAJAJAJAJAJAJAJAJAni puta gracia chacho.
Me he despertado tan contenta hoy, que queria hablar con mi pornosa pero el tuenti me tardaba dos mil años. Bieeen, pues me meto al mip, el de verdad y no encuentro como amiga a BädGïrls HävëMörëFün y yo "Aiba la ostia como nos hayan denunciado ruedan cabezas" Y ya ves, aqui estoy para deciros que nos han denunciado y nuestro nuevo tuenti es...Mierda la cabeza de mi hermano gotea sangre y no me deja escribir...One moment.  Ya esta, como iba diciendo nos llamamos igual BädGïrls HãvëMörëFün.

Si le caemos mal a alguien que nos lo diga y lo solucionamos y a mamarla.

Enga' atalue'

Att.: Sofía Infiniti Quis Llu

sábado, 3 de agosto de 2013

Novela { 1 }

Capítulo I 

" Malas decisiones, con hielo. "



Lena camina sin rumbo por aquel camino. Sin fuerzas, si esperanza. No sabe donde está. Todo fue muy confuso. Solo recuerda haber despertado en ese descampado, sola y sin la menor idea de como había llegado.  

Su esperanza llegó junto a un camino al cual seguir. Si caminaba lograría encontrar algún coche,  un camión. Algo. Pero ya lleva unas cuantas horas caminando y no ha encontrado nada.

 Sus fuerzas la abandonan poco a poco y no puede hacer nada más que caer. Caer para no volver a levantarse. Caer para acabar con toda esa confusión.  Solo le queda rezar. Rezarle a un dios en el que nunca creerá.

Una fugaz sonrisa irónica aparece en su rostro, cierra los ojos y cae rendida en el misterioso camino por el cual ni un ser humano a parte de ella camina.

*   *   *

Algo húmedo moja su rostro, de hecho sería absurdo que lo secase. Lluvia es lo último que ella necesita. 

Poco a poco su entumecido cuerpo responde. Consigue abrir sus ojos y mover sus articulaciones.  Se incorpora en el duro suelo en el que ha dormido. Lena aún no sabe como ha conseguido dormir sobre la tierra. Aunque para ser justos hay muchas cosas que no sabe.

Un moreno muchacho se alza ante ella junto a un precioso perro. El chico le tiende la mano para levantarse, gesto al que Lena hace caso omiso. No quiere parecer débil y se levanta sola.

- Novata, no seas orgullosa - le espeta el moreno -. Vamos a empezar bien ¿quieres? 

Lena lo mira con odio.  Lo acaba de conocer y ya le tiene asco. ¿Que es eso de novata?  

- ¿Como te llamas? - le pregunta con una sonrisa.

Lena no responde. No lo piensa hacer. El muchacho lo lleva claro.

- Venga novata ¿te comió la lengua el gato?

Novata otra vez. Lo que daría Lena ahora mismo por ser varios centímetros más alta y poder dejarle las cosas bien claras a ese chaval.

- ¡Genial Lena! No me digas tu nombre. - exclama - Yo me llamo Aritz

¿Ha oído bien? ¿Como sabe ese tal Aritz su nombre? Si lo sabía ¿por que se lo preguntó?

- ¿Por que preguntas mi nombre si ya lo sabes? - pregunta Lena. Nunca pensó que su voz fuese tan ronca. Es la primera vez que la oye.

El joven suelta una carcajada. Esa chica menudita le trae de cabeza. Va a ser todo un logro si conserva algo de paciencia para cuando lleguen al campamento.

- Lo llevas escrito en la camiseta - responde el como si fuese lo más obvio del mundo.

Lena no había reparado en cómo ella adivinó su nombre. Lo había visto impreso en la parte de abajo de su parte de arriba. Solo puede enrojecer gracias a su ignorancia.

- ¿Que es eso de novata? - pregunta.
- Dicesé de alguien recién incorporado a un grupo.
- No lo sabía - ironiza poniendo ojos en blanco la chica.

Los dos comienzan a caminar junto al perro.  Y Lena no puede evitar mirar a su acompañante. Le sacará al menos una cabeza de altura y su revuelto, corto y oscuro pelo aclaran sus celestes ojos.

Aritz se da cuenta de que la muchacha lo mira atentamente y no puede evitar pensar alguna frase graciosa para volver a hacerla sonrojar. Todo por hacer rabiar a un novato. Eso es lo que siempre dice su mejor amigo.

- Haz una foto, durará más - dice haciendo sonrojar a Lena. 

El sonríe con suficiencia, todo por fastidiar a un novato. Lena alucinará al ver el campamento, al menos eso opina el muchacho.

- Aritz es un nombre extraño - afirma ella.
- El que me puso el tribunal.
- ¿Tribunal? - pregunta extrañada.
- Lena, - la mira preocupado - deberías saberlo, deberías saber todo.

Para Aritz va a ser un problema ocultar la ignorancia de su compañera. Puede que sea esa la razón por la que no apareció con el resto de los novatos. Será difícil ocultárselo a su superior. Sabe cuando miente, por algo es su mejor amigo.

- Esto no es bueno - se dice para si.
- ¿Que no es bueno? - pregunta  Lena con su preciosa sonrisa.
- Estamos en guerra, una guerra estúpida. Han explotado tanto la Tierra que ya no quedan recursos para vivir - cuenta con amargura en la voz -. Tu has estado en la incubadora durante tu infancia y ahora que has crecido...Bueno, te toca participar en esta estúpida guerra.

Ahora Lena entiende algo, ya no es todo confusión. Vive en un país en el que meten a recién nacidos en incubadoras par después usarlos de soldados. Es repugnante.

- Soy diferente ¿verdad?
- Tenías que haber venido con un grupo de novatos - la mira con cierta cautela -, pero aquí estás. Te llevaré al campamento y diremos que te extraviaste . Muchos lo hacen.  - miente Aritz

El resto del camino hacia el campamento transcurre en silencio.  Cuando ya llevan unos veinte minutos caminando y los doloridos pies de Lena están apunto de fallar se vislumbra una especie de campo de entrenamiento.

- Bienvenida al Area 21 - exclama Eneritz abriendo los brazos y parando en seco - este sera tu hogar. No te quedes rezagada porque no volveré por ti. Tenemos que hablar con Marcos.

Los dos jóvenes se adentran en esa especie de cárcel. El muchacho en cabeza. Lena simplemente lo sigue. Se siente bastante perdida en ese lugar.

Mientras Aritz camina sin mirar atrás, ella observa " El Área 21 ", que se parece mucho a  lo que ella llamaría un centro de reformación.

Todos los edificios, mas buen pequeños bloques de apartamentos de tres pisos, pintados de un monótono y triste gris. Todos ellos colocados alrededor de algo parecido a un pequeño, muy pequeño ayuntamiento en el cual ondean dos banderas en su techo de colores que no logra diferenciar.

En las idénticas callejuelas no se vislumbra ni un alma. Nadie en la desértica calleja por las que caminan. "El Área 21" es un tanto lúgubre. Un lugar en el cual no parece reinar la felicidad.

- Apura, dentro de poco concluye el toque de queda - espeta Aritz mientras coge la mano de Lena haciéndola correr.

Una campana suena y poco a poco la calle en la que camina se llena. Muchachos salen de los pequeños bloque de edificios. Todos en silencio. En un silencio aterrador.

Ninguno de los habitantes de aquel lugar parece importarle la presencia de la pareja. Alguna que otra tímida mirada se dirige hacia ellos, pero al segundo vuelven al suelo.

Soportando tímidas aunque molestas miradas los recién llegados llegan al pequeño ayuntamiento, que resultaba ser un pequeño edificio rectangular de dos pisos, diferente a los bloques idénticos que lo rodean

Según entran por la pesada puerta de madera, Lena con la mirada perdida  y Aritz, son recibidos por un apuesto y rubio joven.  Los dos chicos se funden en un amistoso abrazo bajo la atenta mirada de Lena.

- ¿Quien es ella? - pregunta el desconocido con una mueca de asco en cuanto repara en la sucia muchacha vestida con la raída ropa de novato.

- Largo de explicar, Marcos- suspira Aritz.

El otro joven entiende lo que  mejor amigo quiere decir, así que guía a la pareja hacia su pequeño despacho, su lata de sardinas, como lo denomina Aritz.

Una vez llegados al despacho los tres toman asiento en las duras sillas de hierro que se les ha proporcionado en el área. Todas las sillas son duras, al igual que las camas, pero al menos es algo, más de lo que se merecen diría yo.

- ¿Que deseas tomar? - pregunta el rubio a Lena, ya que Aritz ya se ha servido.

- Malas decisiones, con hielo - susurra para si misma mientras se frota la sien.

Extrañado ante la respuesta de la joven no le sirve nada. Le da tanta pena que chiquillas como aquella luchen el la guerra... Sus marrones ojos reflejan terror. Seguramente, terror a participar en esta estúpida guerra.

Dos banderas cuelgan en una de las paredes del despacho, una roja con una franja amarilla en la que se cierne un escudo y otra roja con franjas verdes y blancas, antes eran tres. El mismo descolgó una de ellas. La de la unión europea. Esa unión no tan...¿unida? Tanta unión  para luego darse puñaladas traperas por víveres.

Tras haber explotado tanto nuestro planeta, lo que empezó en un disputa entre tres pobres países se convirtió en una guerra entre la U.E y de ahí a convertirse en lo que es ahora, la tercera guerra mundial. Luchando por llevarse un misero trozo de pan a la boca.



















lunes, 24 de junio de 2013

Enigmas y acertijos/adivinanzas :3

Bueno, en esta parte os voy a hacer pensar un poco porque soy una MÄáLÔòSäÁHh. Bueno, si CREEIS (sisi, si creeis porque van a ser dificiles juju) que sabeis la solución COMENTAD que es gratis chiquillos. Eso es todo, si algun enigma/acertijo/adivinanza que no sepais el resultado y la intriga os corroe por dentro poh oh aguantaih chiquillos JAJAJAJ no, este es nuestro correo dontworrybehappy271@gmail.com enviarnos un mensaje preguntandonoslo Y TO SOLUCIONAO. Ahí van:

1. ¿Puede un hombre casarse con la hermana de su viuda?
2. Hay tres relojes en una habitación, el primero marca las 6:15, el segundo 8:45 y el tercero que está sobre la mesa marca las 7:19.  ¿Qué hora es?
3. Yendo yo para Villavieja
me cruce con siete viejas
cada vieja llevaba siete sacos
cada saco siete ovejas
¿Cuántas viejas y ovejas iban para Villavieja?
4. Un auto con las luces completamente apagadas viene a toda velocidad por una avenida que tiene los postes de luz también apagados. Adelante, en la esquina próxima, un tipo totalmente distraído cruza la calle.
Dicho peatón, viene vestido absolutamente de negro: saco negro, pantalón negro, camisa negra, zapatos negros, sombrero negro, lentes negros, medias negras e inclusive él es negro.
Como están las cosas, el auto debería haber atropellado al peatón, sin embargo, el chofer logra verlo y evita el accidente.
¿Cómo se percato el chofer del transeúnte?

5. Dos pastores hablaban:
¿Por que no me das una de tus ovejas, así tendremos igual cantidad?
A lo que su amigo le responde:
Mejor dame una de las tuyas así yo tendré el doble de ovejas que tú.
¿Cuantas ovejas tenia cada uno?

6. Un gato saltó desde el borde de la ventana de un decimoquinto piso, y sin embargo no sufrio un solo rasguño. ¿Cómo es posible esto?

7. Que es mayor que dios, mas malefico que el mismo demonio. Los pobres lo tienen, a los ricos no les hace falta. Los muertos lo piensan y si lo comes morirás. ¿Qué es?

Anécdotas

En esta parte buscaré anécdotas por ahí (ya veis que trabajadora soy, me merezco el aumento que nunca tendré). Tambien pondré las que nos pasen a nosotras mismas o las que me cuenten. Aquí van algunas:

Un amigo mío se fue a Madrid sabiendo que su novia necesitaba unas gafas para la vista y, encontrando la ocasión de comprarle unas muy bonitas y baratas, entró en una óptica.
Después de ver unas cuantas, se decidió y le compró unas. La dependienta se las envolvió y pagó la cuenta pero, al marcharse, en lugar de coger la caja con las gafas, cogió otra muy parecida que había al lado y que contenía unas bragas que, seguramente, alguna clienta de las que había en la óptica se acababa de comprar. Mi amigo no se dio cuenta de la equivocación, se fue directamente a correos y le envió la caja a su novia, junto con una carta. La novia recibió el paquete y se quedó extrañada del contenido, así que leyó la carta que decía:

"Querida Marta:

Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo con las otras que tenías y éstas son cosas que se deben cambiar de vez en cuando.
Espero también haber acertado en el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda y me enseñó las suyas, que eran iguales. Entonces yo, para ver si eran ligeras, cogí y me las probé allí mismo. No sabes cómo se rio la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí, que sabes que tengo unos rasgos muy alargados.
Una chica que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver el efecto que hacían. Las vi estupendas, me decidí y las compré.
Póntelas y enséñalas a tus padres, a tus hermanos y en fin, a todo el mundo, a ver qué dicen. Al principio te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas y más ahora que has estado un tiempo sin llevar ningunas. Póntelas para ir a la calle y todo el mundo va a notar que las tienes.
Si te están muy pequeñas me lo dices, que si no te van a dejar señal cuando te las quites. Ten cuidado también de que no te estén grandes, no sea que vayas andando y se te caigan. Llévalas con cuidado y, sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todos vean tus encantos. En fin, para que te voy a decir nada más, estoy deseando vértelas puestas.
Creo que este es el mejor regalo que podía hacerte.
Un beso... Manuel."

Cristóbal Colón pudo descubrir América sólo porque ¡ERA SOLTERO! Si Cristóbal Colón hubiese tenido una esposa, habría tenido que oír: - ¿Y por qué tienes que ir tú? - ¿Y por qué no mandan a otro? - ¡Todo lo ves redondo! ¿Estas loco o eres idiota? - ¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo! - ¿Y sólo van a viajar hombres? ¿Crees que soy gilipollas? - ¿Y po... r qué no puedo ir yo si tú eres el jefe? - ¡Infeliz, ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa! - ¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi madre! ¡Sinvergüenza! - ¿Y quién es esa tal María? ¿Qué Pinta? ¡Y la muy puta se hace la Santa! - ¿Y dices que es una Niña?... ¡Vete a la &@%$- ¡Todo lo tenías planeado, maldito! Vas a encontrarte con unas indias putas. - ¿A mí me vas engañar? - ¿Qué la Reina Isabel va a vender sus joyas para que viajes? ¿Me crees imbécil o qué? ¿Qué tienes que ver con esa vieja zorra? - ¡No permitiré que vayas a ningún lado! - No va a pasar nada si el mundo sigue plano. Así que ni te vistas porque ¡no vas!

Definitivamente...... COLON TENIA QUE SER SOLTERO